En medio del mundo de los muertos
mis pensamientos se hunden en la nada
y recorren sus caminos intrincados
y que sólo ellos conocen.
Situaciones llenas de peligro me acechan
manos y miradas de gente que da miedo
recaen sobre mi persona, me llena de frío
y escalofríos que se hacen notar en la piel.
No hay salida aparente, todo es oscuro
pensamientos desenfrenados de sangre
sacrificios, muerte y sufrimiento
que alimentan su alma y su sed de seguir adelante
con sus ilimitados deseos de cumplir su misión
que muchas veces ni ellos saben cuál es.
Al final del camino, estuve dos días en medio de la porquería
encontrado al final una bolsa d edulces que llenan de azúcar el paladar
para después regresar a la cotidaneidad
que nos inhunda en la vida real y diaria.
Aburridos días monótonos.
El Abuelo.
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