domingo, diciembre 20, 2009

Noche estrellada


Bajo la noche fría, mis pies tocan el suelo húmedo del frío, pero mi mirada no se despega del cielo. Una ola de estrellas se reflejan en mis pupilas y las hacen brillar mientras las emociones invaden mis pensamientos, mis deseos, mis anhelos y las ganas de sentir paz.

De mi mano se encuentra una cadena de personas que la aprietan fuerte, que me hacen sentir que no estoy sólo y que cualquier cosa es posible si uno se abre al sentimiento y deja que las cosas pasen, que las cosas sucedan, sin cuesionar absolutamente nada de lo que ocurre, sin tratar de encontrarle la explicación.

Hay veces que el control sobrepasa los límites y se dejan de disfrutar las cosas que tenemos a nuestro al rededor, y no es justo, la vida sólo es una y hay que vivirla al máximo, entregando tu corazón y lo mejor de tí a todos, y más a aquellos que están dispuestos a recibirlo sin tapujos ni con expectativas de recibir nada a cambio.

No se si exista eso de que las estrellas puedan cumplirte un sueño, pero aún así no les quito la mirada de encima, sigo deseando, porque sé que las cosas suceden y lo alcanzo a ver, y a sentir y avivirlo sin explicaciones, sólo suceden y sé que bajo mis pies hay un gran ROBLE que me ayuda a subir con sus ramas, con su fé y ganas de vernos crecer.

Los sueños brillan al ritmo de esta noche estrellada, que me acompaña con la ópera de las calles, que grita que me quiere con ellas, siempre latiendo a mi mismo compás, siempre sosteniendo mi mano, y nuca dejando de creer que lo que soñamos, es una realidad.


El Abuelo.

No hay comentarios.: