martes, diciembre 29, 2009

Con copos de esperanza


El frío cubre nuestros días, las manos buscan abrigo y de nuestra boca sale ese vaho característico de la época; pero el cielo está abierto, despejado, lleno de azules que le dan tonalidad al día a día y dejan pasar los rallos del sol que a pesar de no ser tan fuertes siguen calentándonos dónde nos quedemos quietos y nos abracen con su cálida luminosidad.

La mirada aún no vislumbra a dónde nos dirige el camino del nuevo año, pero pinta para un lugar positivo y lleno de magia, porque hay muchas señales que indican que todo será bueno y creo que varios de mis sueños verán su realidad al alcance de la mano.

La esperanza regresa a mi alma, no se si sea la época emotiva del año, si es que el destino me pone pruebas que me hacen creer, o simplemente sé que es momento de recoger varias cosechas… ni siquiera sé al 100 que lo que se acerca será positivo, pero al menos así lo siento, y estoy dispuesto a recibirlo con mis brazos abiertos, simplemente porque ya lo esperaba hace mucho tiempo… y por eso mismo quiero que suceda.


El Abuelo.

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