Hay dos pares de alas que solían salir de mi espalda
ahora no tienen plumas, se fueron callendo con el tiempo
porque a pesar que me preparé para saber volar
tuve que detenerme.
La conformidad, el bajar la cabeza y aguantarse las ganas
fueron tirando pluma por pluma, que ahora crean ondas
en los charcos en los que fueron callendo
ganas, inteligencia y estrategia no funcionan siempre
y ahora sólo puedo sentarme
en una esquina, a esperar a que llegue lo que todo elmundo anuncia...
ALGO MEJOR.
Por eso, me dedico a sentir lo frío del piso, y a ver hacia arriba
a observar como mi alrededor sigue volando y elevandose...
sin tener explicación alguna del cómo lo hacen.
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