lunes, junio 19, 2006
capitulo 1 de 5
Se que hoy abrió los ojos,
sacó lo necesario para llenar una maleta que se encontraba vacía y guardada,
y entre sus dedos tomar aquel boleto que lo llevará,
a la ciudad más llena de luz que en este planeta pueda exisitir.
Hoy yo me desperté
y su imagen no podía dejar de pasar por mi mente,
el solo recordar su tierno roce sobre mi,
provocá que la sangre que mombea mi corazón se intensifique,
y solo desee estar a su lado.
Salió con nerviosismo, a medio día,
con el hilo de sus recuerdos que pronto renacerán
en una realidad más palpable que una lágrima al resbalar por el rostro,
se encontraran la niñez y la juventud frente a frente.
Mi camino, en cambio,
se veía un poco más cotidiano, más conocido,
más aburrido, más solitario, pero de manera extraña,
me veo en el espejo y me doy cuenta que increiblemente vuelve a suceder,
el querer a alguien tanto y de manera tan grande
que mi mente y mi razón no pueden creer.
Tres horas anticipadas de espera
a que salga ese viaje que por algunas horas lo mantendra
viendo pasar ese aire denso y las nubes que cambian de país
sin mirar la raza, la vida, color de piel, sexo o ideales
de la gente a la que cubre.
Bosqués son los que yo veo pasar,
y a pesar que son bosqués frutales,
nada iguala al dulce sabor de tu boca,
ese sabor que ya transcurre por mi piel y mi alma no quiere dejar ir,
mi corazón ya sabe que te ama, deseando seducir al tuyo a hacer lo mismo.
Y mientras tu ya te diriges a aquella luz nocturna
y enormes hectareas verdes rodeada de hermosa arquitectura,
yo solo me asomo por la ventana a ver como un avión pasa por encima
dejando una enorme estela de vapor detras de él,
y ese ese vapor quien me da la alegría de saber
que mis dos grandes amores,
se encuentran juntos a la distancia,
y no puedo ser más felíz de saberlo y de tenerlos a ambos,
siempre conmigo.
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