para sostener una farsa y control sobre la sociedad? o ¿simplemente
son objetos de autodestrucción que no se detonan hasta el momento
en que cerramos los ojos y perdemos los 21 gramos, de ese algo que se va al cielo?
Preguntas interminables, que trato de entender
mientras mi cuerpo debe aprender a manjera
todo tipo de emociones, sin realmente dañar mi esencia.
La verdad es que muchas cosas se empiezan a acomodar
y el sentimiento que no puedo ocultar es, esa ilusión
de que todo por completo cambie en poco tiempo.
Ha habido pruebas duras en el camino,
y hay muchas ilusiones vivas aún, muchos misterios sin resolver
muchos caminos que trazar y aún creer en mi trabajo,
que parece ser la cosa más difícil de conseguir.
Pero las luces están encendidas
y las ramificaciones llevan farolitos encendidos
que se mueven en círculos, cual luciernagas exitadas
por enseñar lo que viene adelante, pero que ni ellas
realmente pueden ver.
Espero tenga la capacidad de seguir caminando.
El Abuelo.
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