en medio de la abrumadora oscuridad que sentimos que nos rodea
pero las cosas sí se van acomodando, y nos brinda destellos
que si queremos podemos verlos brillar a nuestro al rededor.
Nuevas oportunidades, nuevas amistades, fortalecer las viejas
encuentros de gente que tenía mucho tiempo de no ver
y que en verdad te inhunda de alegría el corazón
sentir ese abrazo, cálido y síncero de amistades reales
que tal vez no se frecuentan mucho pero son fuertes como un pilar.
Esos aspectos, simplemente te alegran la vida y las ganas de seguir
con nuevos retos y con puntos de vista totalmente diferentes
y más cuando tienes una gran mano sujetando la tuya y no dejándote caer.
El Abuelo.
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