El tiempo corre y no se detiene
y nos trae las cosas a su propio tiempo,
cuando deben de estar.
Hay tiempos dónde nos trae a nuestra familia
otros donde alguien simplemente decide ver tu luz
y tomar tu mano para caminar jutno a ti en el recorrido.
Después de tanto tiempo
sin saber a dónde vamos, la noche nos alcanzó
para celebrar un nuevo ciclo
un ciclo de unión, de nuevas búsquedas
de grandes retos y de volverse uno.
Dicha noche nos envolvió
en celebración, vista estrellada,
comida tardía pero rica y pedazos brillantes,
palabras emotivas y muy buenos deseos.
Sabes niña de los ojos esmeralda,
que estamos contigo y te celebramos,
y como siempre decimos, algo tendrá que pasarnos,
y si aún no pasa, ya viene en el camino.
FELICIDADES.
El Abuelo.
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