sábado, agosto 08, 2009

Deseos


Alguna vez me dijeron que al ver una estrella pasar
podía pedir un deseo, y esa fugacidad me lo cumpliría.
Hoy mi mirada se pierde en la entreabierta ventana,
dónde el cielo aún se ve gris, y el frío se cuela
para poner la piel de gallina, y recordarnos que debemos taparnos.
Cuando visualizo a lo lejos una estrella pasar,
un evento muy inusual o al menos aquí,
y mi cuerpo y mente no albergan más que peticiones,
deseos, que de manera de ilusión espero se cumplan.
Lo que más palpita en el pecho
es esa necesidad de dejar de sacrificarse
y por primera vez
ver llegar los resultados
de todo ese esfuerzo realizado.
No parece algo tan descabellado
como para ser un deseo
pero ha sido tan imposible de obtener
que recurro a ellos para lograrlos.
Cierro los ojos
y me concentro,
esperando que al abrirlos,
pueda quedar maravillado con lo que encuentre...
El Abuelo.

No hay comentarios.: