Después de la tormenta, llega la calma
al menos eso es lo que dicen.
La lluvia ha caído duro esta semana
y se refleja en todo lo sucedido,
pesares, dolencias y cargas en la espalda
y lágrimas que se unen a la lluvia cuando cae.
Lágrimas que buscan limparnos,
expresarnos y liberarnos de nuestros demonios;
llanto del no entender nuestra situación,
de no saber qué pasa y por qué pasa,
y sólo sentimos como todo se acumula,
en un pequeño espacio corporal.
Pero por la tarde llega un temblor
y arraza con todo, coloca las cosas en su lugar
y el ciclo comienza de nuevo,
alguien me dijo durante el día:
"De esta crisis crecerás y aprenderás"
y son palabras sabias, que como el temblor,
movió todo de su lugar,
pero las dejó en uno nuevo
dónde el chiste... es empezar de nuevo.
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