Aún no sale el sol, y sin él mis ojos despiertan cada mañana
cada vez a mis ojos le cuestan más trabajo querer entrar al mundo real
prefieren quedarse en aquellos sueños que confortan
que nos llevan a esos lugares dónde lo tenemos todo...
La verdad es que es por todos sabido que es completamente imposible tenerlo todo.
Justo cuando crees que estás apunto de tenerlo, la vida pone nuevas trabas
nuevos baches que justo aparecen a unas horas de que todo se arregle.
Las horas avanzan, las manecillas juegan intensamente
todo empeoró, ya no hay tiempo de respirar, ni de ver cosas personales,
ya no puedes contestar un teléfono, ni revisar lo que te conecta con el mundo,
ya no tienes derecho a hablar ni expresarte, sólo a bajar la cabeza, cerrar el pico
dejar que te denigren y trabajar como negro para ni siquiera recibir recompensa
justa, por todo aquello que entregaste.
Sin querer, todo lo que pensaste que pasaría al entregarte, simplemente no pasó.
No pasó el poder saber a dónde caminas, en lugar de sentir que el hueco se hizo más pequeño
parece que entró una ola agresiva de mar y ahondó aún más el espacio.
No pasó que tu esfuerzo se viera recompensado con una paga justa ni con una mejor actividad.
No pasó que lo que me prometieron se cumpliera, y ahora al parecer, valgo menos.
No pasó que después de las horas interminables, llegará un ocaso lleno de fiestas,
si hay cariño, pero simplemente también valgo menos, no merezco la pena de caminar acompañado.
Pasó que la unión resultara mejor de lo que imaginara y que eso amortigue mis caídas,
pero con mis ideas y formas, al parecer termino estando mal y sigo dañando.
Pero desde que sale el sol, hasta que se esconde
debo traer la careta, la sonrisa que necesitan todos,
para que el equilibrio siga normal...
la verdadera cara no se entiende, en cambio se mal entiende
y se obtiene un resultado peor...
Lo que no logra esconder la careta que te mantiene sonriendo
son las ganas de conocer qué hace falta para cambiarlo todo,
para obtener resultados deseados... para romper la careta,
que a pesar de usarla, parece que aleja y empuja, y a partir
de los cambios, al parecer todos tus amigos, desaparecen
sin siquiera preguntar... ¿Cómo vas en tu nuevo caminar?
El Abuelo.
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