Un brazo se extiende,
sin pretender nada, se abre el corazón
y salen los demonios para purificar lo que hay adentro
y el alma recibe lo que se entrega, y lo devuelve,
para hacer una unión grande.
Gente que cree en tí a pesar de no conocerte tanto
chispas de fé, que se creían perdidas en la inmensidad
afecto y cariño que nace de poco tiempo
y no se pregunta nada, no se discute nada,
sólo se da, y se espera generar cosas nuevas
cosas grandiosas, llenas de amor y trabajo.
Ese brazo viene de una mujer fuerte y que tiene historia,
de una mano que le gusta escribir, y que lo hace bien
mentora de mis ideas descarriadas y sin cause
que decide abrazar y aquien admiro
y agradezco su pasión y entrega,
la fé devolvió a mi vida y ahora sonrío.
Otro brazo se extiende, con la ilusión de ver a un ser querido
que el tiempo y el espacio separó, pero que el afecto no desaparece,
y me recibe sin cuestionar nada y abre las puertas de su vida
para llenarlas de alegría y experiencias que dejan huella en el camino.
Abrazos largos y de afecto,
pláticas de desborde y en busca de una guía
atención y servicio de primera calidad
y que terminó siendo una experiencia maravillosa
en medio de un extremo del país
con naturaleza y vegetación que nos envuelve.
Gracias por dejarme estar en dos lugares a la vez
y ver como la línea que divide una ideología
sólo se encuentra en nuestra imaginación
que la lleva el caudal de un río, orillas de arena y mar
que marcan un encuentro con el verdadero interior
y que sin duda alguna, llena de esperanza el alma.
Gracias por tu dedicaciñon y ganas de vivir
por tu risa y por hacer a la gente que amo feliz.
Y por último, dos brazos que se han abierto
para abrazarme sin juzgar nada, pasciencia que se desborda
y se pierde en una mirada de amor, de respeto, de fé.
Sin tí nunca hubiera podido avanzar
no estaría tratando de construir mis sueños,
sin poder sonreir y sentir que al final del día
hay algo que anhela que regrese con bien,
que las cosas se pueden hacer y que vendrán
tiempos mejores.
Gracias a ti por creer en mi ciegamente
por impulsarme y no dejarme car,
por cerrar los ojos y sólo sentirme,
sin importar la dificultad de mi ser.
Abrazos sin prejuicios que me abrazan hoy
y que les debo toda una vida de agradecimiento sincero...
El Abuelo.
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