La luna en lo alto se encuentra
sus rallos caen por todas partes
la calma rodea nuestros pensamientos
y los ojos se empiezan a cerrar
para poder soñar e imaginar.
De repente... se rompe toda inspiración, el verso deja de serlo, la hora de sueño es interrumpida por un maldito kikiriki a las 2 de la mañana, incesante, penetrante, enloquecedor e imparable hasta las 10 de la mañana del siguiente día. ¡diosssssssssss! y no sólo era uno, eran 4 gallos que viven en el techo de algunos vecinos desconsiderados, y precisamente así como esta entrada corto en medio de un ejercicio habitual, 4 malditos gallos cortaron mi hora de sueño de sábado a domingo. Este post apela a la más recondita cordura que hay dentro de las mentes de todas aquellas personas, veterinarias, clínicas o granjas; ¡GUARDEN A SUS MALDITOS ANIMALES EN EL SÓTANO, UN CUARTO O ALGO DÓNDE NO MOLESTE LA TRANQUILIDAD DE LOS DEMÁS SERES HUMAOS CONSCIENTES!...
aH!!!!! ahora si desahogado... gracias por su atención.
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