domingo, noviembre 12, 2006
Sacando el cobre
Noche fría siente mi piel
mientras una bufanda azulada
cubre mi cuello,
platicas de terror en medio
de un café dónde las tazas
por parejas, se hacen notar
dando un toque de intimidad
mientras los cuerpos se acercan
al escuchar tan terribles historias.
Cantos en coches donde los cristales
dejan entrever las luces de la calle
mientras las gotas escurren por los lados
con el vapor que se genera
reflejando ligeramente
el brillo de mis lentes en ellos.
Un lugar, que en descripción
se queda corto, un lugar
que se tiene que visitar por sí mismo
y descubrir la magia que se encuentra ahí,
y mejor aún cuando una mano te sujeta fuerte
mientras se abre paso entre la gente.
Colores que cuelgan del texto
encerrados en aire delimitado
por paredes que en cualquier momento
se pueden reventar y dejar caer
premios y sorpresas
por las que la gente pelea por ganar.
Música que aprendes a bailar con unos cuantos pisotones
personajes de cuentos del libro vaquero
que se hacne reales ante tus ojos,
sombreros, paliacates, camisas abiertas a mitad de torso y botas
nos transportan a otro lugar
mientras tomamos del cuello de nuestras cervezas
brindando la convivencia de 4 almas
que se encuentran viviendo la misma experiencia
en un mismo espacio y lugar.
Botanas que se pueden rocear con esa salsa
donde los animales rastreros le dan ese toque especial,
mezcla de manjares de jamón y queso
donde se esparce un poco de sal
para darle estilo, drogas que provocan miradas perdidas
cantar con la cerveza en la mano
cobrar la tanda, y lucir grandes estolas y abanicos.
bipolaridad reflejada en el mesero que con una sonrisa
se acerca a tu mesa, y segundo después
lo tienes arriba de ella
quitandose la ropa y dejando al aire
pequeñas prendas que solo te cubren
un 2% de tu cuerpo, mientras los billetes se asoman
para compensar tal acto,
videos institucionales con jingles que no podré olvidar
y prescencia de artistas de alta arcurnia
con pelos totalmente esponjados, playeritas de lentejuelas
y rosas que se envían a distancia.
Máquinas que te dan cigarros,
y fondos en pantallas con escenas
sensuales que nadie ve.
En fin, noche magica
llena de sonrisas, mareos, sentimientos
mientras ya no logro quitar mi mirada de ti
sintiendo tu abrazo
tu delicadeza al rozar mis labios
tu mirada que me mata
y pequeñas señales que me hacen vibrar
solo para construir una noche
que quisiera no hubiera acabando nunca
solo porque estabas ahí.
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