Una Mirada Tapatía

Con el último viernes de clases
llegó a mi corazón la necesidad
de hacer lo que él dictaba
sin pensar en ninguna causa
en ninguna consecuencia
en ningún plan.

Las cansadas manos de mi madre
abrían la maleta que guardaba mucho más que mi vestimenta
guardaban la ilusión de un corazón
que anhelaba sentir otro totalmente real
y que solo en algunas horas más podría tocar
sentir, vivir, amar, hacerse aún más real.

Y con el cielo lleno de oscuridad
observe en compañía de una persona muy especial para mí
las líneas de la carretera dirigirse hacia ese lugar desconocido
tratando de quitar mis nervios
con platicas de nuestros pasados
y anhelos del futuro
compartiendo ese anhelo de pisar esa tierra
para mi desconocida

Con el alba pude pisar ese hermoso suelo
que llenaba mis pupilas de un lugar donde le pertenece el sol
y juntando el lugar y los rallos de aquella mañana
se acerco esa alma llena de ternura
humildad, sencillez, calidez, amor y esperanza
que mientras deslizaba cada uno de sus pies hacia delante
se hacía más a la idea que lo que sus ojos veían
era real
era una prueba de amor
la uqe nos hacía falta para saber
que cada uno estara con el otro.

Cuando su mirada quedo frente a la mía
descubrí mucho más que una claridad hermosa
empaté con el alma pura de un ser humano
que hace tener sentido a mi existencia
me emocioné junto con ellos al ver lo que sin palabras se entiende
y un abrazo que nos hizo girar casi hasta caer
me movió desde el centro de mi ser y hacerme sentir seguro
sentirme completo
sentirme en el lugar donde pertenezco.

Así es como con unos hermosos ojos tapatios
encontre la verdad que años he buscado
la tranquilidad que he deseado
el amor que creía perdido
el milagro que siempre había pedido
y que sabiendo esperar a que el momento destinado llegue
me deja hoy
mirando hacia el cielo
mientras la luna aún se encuentra en el
sabiendo que a partir de hoy
soy EL HOMBRE MÁS FELÍZ DEL MUNDO.