Sentir la emoción transcurrir tu cuerpo, esas mariposas que viven debajo de nuestras costillas, la sonrisa inquieta, la emoción, los escalofríos y las ganas de gritar. Ese apretón de tela en la que recae nuestra fascinación es parte de ese ritual que no quiero dejar de sentir.
Han pasado sólo unos meses en los que mi vida ha dado un cambio tan importante, que es casi imposible esconder la sonrisa con la que camino todo el día, y conforme el tiempo va pasando, más sorpresas buenas llegan a mi vida.
A pesar que estas semanas he tenido mucho trabajo y un gran reto que podría entintar mi camino con cosas tristes, hoy descubro que todo es parte de una prueba que debo pasar y que forma parte de este gran comienzo de cosas buenas.
Aún me sigo preguntando a dónde me llevará este camino, pero las respuestas me llevan siempre a un mejor lugar que por fin me hará brillar como hace mucho tiempo quería sentirlo. Sólo espero que la felicidad me acompañe hasta llegar a ese momento. Mientras tanto estoy dispuesto a seguir sonriendo y plasmado ese sentir en este blog, gracias por la paciencia.
El Abuelo.